TODOS JUNTOS CONSEGUIREMOS MÁS
Érase una vez, un lugar encantado en el que vivían unas bellísimas hadas.
Érase una vez, un lugar encantado en el que vivían unas bellísimas hadas.
Sus alas eran preciosas, de muchos colores, y brillaban tanto
que cualquiera
las podía ver cuando volaban en el cielo.
De todas ellas, había dos que destacan por encima del resto. Una
de ellas
se llamaba Alina y la otra Gisela. Ambas tenían las alas más
grandes y
profundamente.
No muy lejos de aquellas hadas vivía Úrsula, la reina de los
mundos oscuros.
Una hechicera muy fea, llena de verrugas y con la cara muy
arrugada.
Cuando la vieja bruja observaba a las hadas pensaba:
-
¡Algún día os robaré vuestros polvos
de hada para convertirme en la
Hechicera más
bella del lugar!
Úrsula era tan envidiosa que era capaz de todo. Y así lo
demostró el día
que las hadas organizaron una fiesta.
Ese día, todas las hadas se pusieron muy guapas y volaron en el
cielo
mostrando todos sus
encantos. Alina y Gisela eran las más brillantes de todas
y ese día estaban
especialmente bellas.
Cuando Úrsula las vio, no dudó en ordenar a sus cuervos malvados
que fuesen
a secuestrarlas. Y,
mientras Alina y Gisela revoloteaban en el cielo los pájaros
se lanzaron a por ellas.
-
¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡Mirad esos
pájaros tan feos! – gritaban el resto de las
hadas desde el suelo.
Las hadas volaron y volaron para intentar escapar, pero los
cuervos pudieron
raptar a Gisela.
- ¡¡¡Noooooo!!! ¡¡¡Soltarla!!! – gritaban las hadas
Pero los cuervos se la llevaron a los mundos oscuros donde la
bruja Úrsula
les robó sus polvos de hada y las encerró en una jaula.
¡Ja, ja, ja! ¡Por fin tengo mis polvos de hada! Ahora me
convertiré en la más
bella hechicera!
- gritaba Úrsula triunfal
La pobre hada se quedó apagada y triste sin sus polvos mágicos.
Además ya
no podía volar.
El resto de hadas no podían permitir lo que estaba pasando y
entre todas
tramaron un plan para salvar a Gisela.
Entonces, decidieron enfrentarse a la malvada bruja. Y así fue.
Todas las
hadas volaron hacia los
mundos oscuros. Fue un viaje muy duro y,
aunque las hadas estaban agotadas, sabían que era necesario para
ayudar a su compañera. Se esforzaron mucho, sobreviviendo a las
peores tormentas, pero
por fin encontraron a Úrsula.
- Venimos a rescatar a Gisela y no nos moveremos de aquí hasta
que le devuelvas
sus polvos de hada –exclamaron.
![Bruja malvada de dibujos animados con caldero. ilustración de arte ...](https://comps.canstockphoto.es/arte-illustration-clip-mal-vector-vectores-eps_csp61456836.jpg)
![Bruja malvada de dibujos animados con caldero. ilustración de arte ...](https://comps.canstockphoto.es/arte-illustration-clip-mal-vector-vectores-eps_csp61456836.jpg)
Úrsula no podía parar de reír. Ahora que tenía sus polvos de
hada no
daría un paso atrás. Pero las hadas, no se movieron de allí y
fue entonces
cuando Alina dijo:
- ¡Espera! ¡Yo te daré mis polvos si la liberas!
Úrsula sabía que los polvos de Gisela eran más poderosos que los
de esa hada,
así que se rió aún más.
El resto de hadas se dieron cuenta del gesto que había tenido su
compañera y
tuvieron una idea:
-
Esperad, todas te daremos algo de
nuestros polvos si liberas a Gisela. Somos
más de cien hadas, Así conseguirás los polvos
que necesitas.
Úrsula se dio cuenta de que así conseguiría mucho más polvo del
que tenía y
acabó aceptando el trato.
Las hadas le hicieron prometer que nunca más las molestaría y
entre todas
consiguieron salvar a Gisela. Todas sabían que si perdían parte
de sus
polvos de hada ya no serían tan brillantes, ni volarían tan
alto, ni serían
tan espectacularmente bellas, pero también sabían que era la
única manera
de ayudar a su amiga y entre todas hicieron el esfuerzo y
devolvieron a Gisela
la magia de sus alas.
Moraleja: trabajando y compartiendo en grupo, se consiguen mas
cosas.
Esta historia nos la ha ofrecido MARINA
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