Érase una vez una fuente que se sentía sola. Estaba cansada de hacer todos los días lo mismo: dar de beber a animales, ver pájaros aburridos, ¡no le gustaba esa vida!
Una noche se dijo:"Paso de que mi vida sea así de aburrida". Justo en ese instante pasó corriendo una estrella fugaz y escuchó lo que dijo. La estrella fue rápidamente a contárselo a las demás y al Sol.
El Sol, al día siguiente, bajó a saludar a la fuente. Se conocieron, y enseguida se hicieron amigos.
Durante días, meses y años se quedaban hablando y jugando (incluso el sol, a veces, se metía dentro de la fuente para bañarse); se lo pasaban genial hasta que un día murieron los dos juntos y en el mismo día.
Dejaron una fuente con un dibujo de un sol y en la actualidad la llamamos Fuente el Sol.
Leyenda inventada por ROCÍO
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