El cambio climático del planeta es un riesgo real que amenaza
la seguridad internacional y a las
personas: la disminución de las precipitaciones, los fenómenos meteorológicos
extremos generan pobreza, provocan conflictos y ponen en peligro la
supervivencia de países y poblaciones.
El control del agua y la inseguridad alimentaria
(disminución del suelo cultivable, inundaciones y sequías) desencadenan estos
conflictos. Además estos se producirán, sobre todo, en países menos
desarrollados.
Los efectos perversos del cambio climático (junto con otras
causas) provocarán grandes flujos de desplazados y migrantes, sobre todo en las
zonas más inestables de África. Esto provocará enfrentamientos en los países
que los reciban: Europa y Estados Unidos.
La pobreza extrema, el
hambre y el crecimiento demográfico desmedido provocan la aparición de
radicales y terroristas.
Las ciudades situadas en la costa, junto con sus
infraestructuras e industrias, quedarían
afectadas por el aumento del nivel del mar. Asimismo se están
derritiendo ingentes masas de hielo polar que permitirá el acceso a materias
primas imprescindibles y caras: petróleo, gas natural y minerales.
Artículo elaborado en VALORES por Laura y la colaboración de Hugo y Deepak
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